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Por una Europa que se constituye contando a todas las personas, incluyendo a las personas mayores

 
El próximo 9 de mayo, celebramos el Día de la Unión Europea, y aprovechamos para exhortar a los gobiernos y administraciones que tengan en cuenta nuestras demandas. El proyecto europeo se ha ido adaptando y modernizando a lo largo de los años para adaptarse a las necesidades de la sociedad europea.

Dentro de la Unión Europea, para las personas mayores son indiscutibles los progresos en materia de derechos y protección realizados y sobre todo, que se han materializado, en primer lugar con la Directiva /78/EC de 27 de noviembre de 2000 sobre la discriminación por edad en el empleo; y con la incorporación del artículo 25 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, aunque se ha puesto que el manifiesto no era suficiente.   

La Unión Europea cuenta con la oportunidad de poder ser pionera en la protección de las personas mayores, así como en el apoyo para la creación de una convención internacional para los derechos de las personas mayores.  Si la Unión Europea, en su conjunto, respaldara esta convención sentaría precedentes dentro de la comunidad internacional. 

Sugerimos una serie de medidas concretas que fomenten la solidaridad de hecho en relación con las personas mayores:   

 

1. Un cambio de mirada: Las personas mayores, que son ciudadanos de pleno derecho a los que se debe tener en cuenta. Hay que evitar una mitrada paternalista que observe a las personas mayores como ciudadanos necesitados de protección, sino como sujetos de pleno derecho.   

 

2. Se necesita trabajar en la discriminación por razón de edad o edadismo: Se tiene que promover la inclusión del término edadismo dentro de las causas por las cuales una persona puede sufrir discriminación. Tal y como dijo la Organización Mundial de la Salud 1 cada 2 personas es edadista.  

 

3. La Unión Europea y sus Estados miembros han demostrado ser líderes mundiales en la defensa de los derechos humanos por lo cual deberían de apoyar la creación de una convención internacional sobre los derechos de las personas mayores, demostrando así que el respeto de los derechos de todas las personas continúa siendo una prioridad y una seña de identidad del proyecto común europeo.   

 

4. Promover las contribuciones de las personas mayores no únicamente a sus familias, sino también a la sociedad en su conjunto participando en actividades cívicas y de voluntariado como una forma de participación solidaria.