- Desfeminizar y desfamilizar el cuidado, así como afrontar el reto demográfico se presentan como los principales desafíos.
- Solo en los próximos tres años las instituciones vascas invertirán más de 116 millones de euros.
El Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas
Sociales ha presentado este viernes 11 de Febrero en Donostia-San Sebastián las bases del
nuevo modelo de cuidados sociales hacia el que ya transita Euskadi. Un modelo
que, como ha señalado la consejera Beatriz Artolazabal, pasa por “ir todas y
todos a una y organizarlos socialmente bajo el liderazgo del sector público”.
Los retos más inmediatos, ha destacado, son: la desfeminización y
desfamilización del cuidado. “El contexto social que afrontamos y la igualdad
de oportunidades reclaman que organicemos socialmente los cuidados. Que los
visibilicemos, los valoremos y los repartamos de otro modo, entre mujeres y
hombres, y también, entre las familias, la iniciativa social, las empresas y
las administraciones públicas”.
La jornada ha contado con la apertura institucional
del diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, quien ha manifestado que
“garantizar la protección y los cuidados de todas las personas” es y será una
de los desafíos “fundamentales” que afronta la sociedad. Se trata de un reto en
el que las instituciones, según ha indicado, llevan “tiempo trabajando”, por lo
que ha abogado por “acelerar” la transformación hacia unos cuidados sociales
que ahonden en cuatro principios: “la personalización, la conexión con la
comunidad, la innovación y la colaboración deben guiarnos en las políticas
sociales dirigidas a los cuidados de las personas más vulnerables”, ha
afirmado.
En este sentido, Olano ha abogado por desplegar una
“agenda innovadora” y hacerlo “desde la colaboración con todos los sectores”
implicados, tal y como plantea Gipuzkoa y Euskadi en su conjunto. Como muestra
de ese dinamismo, ha puesto como ejemplo los Ecosistemas Locales de Cuidados
impulsados en diversos municipios del territorio, la adaptación de las
residencias de mayores hacia unidades de convivencia más reducidos, la
transformación de atención domiciliaria a las personas mayores y dependientes,
así como la mejora de la atención integrada para las mujeres víctimas de la
violencia machista.
Coloquio
Tras estas palabras ha tenido lugar un coloquio
abierto entre la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del
Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, y la profesora de investigación ad honorem
del CSIC, María Ángeles Durán en torno al estado del bienestar y al cuidado que
necesitamos. Ambas han coincidido en que el nuevo modelo por el que apuesta
Euskadi y que supone la coordinación de los cuatros sectores bajo el liderazgo
de las administraciones públicas vascas “es el más factible y el que mejor se
adapta a la realidad vasca para dar respuesta a sus necesidades y avanzar en el
estado del bienestar”. Asimismo, han advertido que “cambios tan ambiciosos como
los que conlleva este nuevo modelo requieren de políticas a medio y largo
plazo. Los resultados no se ven de manera inmediata”.
“Somos las personas quienes cuidamos a las personas.
Es una idea básica, pero imprescindible. Somos las personas quienes cuidamos y
somos cuidadas. Pero también conformamos sociedades e instituciones
responsables de organizar los cuidados. Instituciones sociales como la
institución familiar que, en su evolución y diversidad, siempre ha ofrecido
cuidados. E instituciones públicas que consolidamos derechos y desplegamos
sistemas de cuidados sociales, sanitarios o educativos orientados al bien
común”, ha destacado Artolazabal.
Por otra parte, el Asesor de Políticas Sociales,
Rafael Lopez-Arostegui, ha detallado desde el punto de vista técnico cuáles son
las características principales del modelo, no sin antes definir qué son los
cuidados sociales: “Son los apoyos relacionales, de personas a personas,
orientados a facilitar la integración social con la máxima autonomía posible.”
El nuevo modelo tiene como objetivos las denominadas cuatro
erres:
- Reducir la proporción que
representa el cuidado familiar al reforzar el cuidado institucional
- Redistribuir los cuidados,
aumentado la responsabilidad de los hombres en el cuidado familiar y en el
cuidado en general
- Reconocer, valorar y dignificar
el trabajo de cuidados
- Representar y dar voz a quienes
realizan este trabajo
“El nuevo modelo de cuidados a lo largo de la vida se
desplegará progresivamente y vendrá de la suma de impulsar la responsabilidad
pública, apoyar a las familias y comunidades, promover la solidaridad
organizada y regular la actividad económica en los cuidados sociales”, ha
señalado.
De esta manera, ha añadido, “todos los agentes
trabajaremos de forma coordinada a lo largo del ciclo vital de las personas,
para mejorar los apoyos relacionales para la integración social con autonomía
que necesitamos en la infancia o la adolescencia (prevención, protección y
promoción de los derechos), cuando somos mayores en situación de dependencia y
en los momentos de tránsito, ya sea en la juventud (emancipación y tránsito a
la vida adulta) o alcanzada la edad de jubilación (promoción de la autonomía,
el talento y la participación social y prevención de la dependencia).
“Los cuidados sociales son responsabilidad de toda la
sociedad”. Apostamos por desfeminizar y desfamilizar los cuidados,
organizándolos socialmente, desde el liderazgo público y la colaboración de las
familias, la comunidad, el tercer sector social y las empresas, ha concluido
Lopez-Arostegui.