También se abordaron en la reunión las actividades de los diferentes grupos de trabajo del Consejo. En líneas generales se consideraba que dichos grupos están siendo muy poco activos y que hay que hacer un esfuerzo por revitalizarlos. En concreto se habló de las iniciativas que se habían tomado para intentar paliar los problemas de las personas mayores en situaciones como la de la falta de servicios presenciales en las oficinas bancarias o de la Seguridad Social, especialmente agudizadas en la España rural. A pesar de las buenas palabras recibidas, se constatan muy pocos avances en ese sentido. Surgió la propuesta de abordar el problema desde el gobierno con una posible ley de defensa del cliente financiero.
Varios consejeros intervinieron a continuación para mostrar la preocupación de bastantes asociaciones financiadas por el IMSERSO que se han visto conminadas a devolver una parte importante de sus subvenciones de los últimos cuatro años al considerar el Tribunal de Cuentas que no están cumpliendo las condiciones de la convocatoria de esas subvenciones. Tras un debate intenso, no se alcanza a encontrar una solución al problema legal que plantea ese requerimiento. El señor Barriga se ofrece a dialogar con esas asociaciones para estudiar las posibles soluciones, aunque no se vislumbra una solución sencilla al problema.
Queda por tratar el proyecto de desinstitucionalización, que aparece como último punto del orden del día. Queda pendiente su debate para una próxima reunión del Consejo, que se convocará a corto plazo, según promete el director general del IMSERSO.