Demasiado mayor para comprar la olla a plazos
o hacer una ruta de senderismo

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el edadismo como un problema de salud pública porque “empobrece la salud física y mental de las personas mayores, reduce su calidad de vida y cuesta cada año miles de millones a la sociedad”, según un informe publicado en 2021 que calcula que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas.
Estas actitudes son un tipo de discriminación basado en asignar a las personas unos atributos unívocos según su edad. También ocurre, por tanto, con los jóvenes. Según el catálogo de estereotipos negativos, estos son arriesgados, usuarios de drogas, estresados y ansiosos, mientras que los mayores son rígidos, irritables, solitarios y aislados, asexuales, confundidos, depresivos, necesitados y discapacitados.